[Análisis] Metamorph: Dungeon Creatures

Análisis de la versión 1.2.0.957. Este juego se encuentra en acceso anticipado por lo que las valoraciones volcadas en este análisis podrían cambiar cara la versión final del título.

Poco a poco y año a año el género indie va engrosando sus filas con propuestas de todo tipo. Algunas son más arriesgadas que otras, optando por hacer de los sentimientos su núcleo vehicular o trayendo géneros clásicos olvidados de nuevo al auge. Metamorph es de estos segundos. Su objetivo es volver hacer sentir al jugador la dureza y el sentimiento de progresión de los Dungeon Crawler tradicionales con una propuesta muy directa y liviana a la par que accesible.

Así pues los chicos de Firefly Studios (papis de la genial saga de estrategia Stronghold) nos traen su visión “diablesca” de lo que debería ser un Dungeon Crawler moderno y de bajo presupuesto.

Gráficos – Entre lo sórdido y lo familiar

Metamorph destaca sobre todo por el diseño de sus tres protagonistas: Una liebre, un troll y una elemental. Los susodichos están realizados con cierta originalidad y desprenden un mínimo de vitalidad cuando los emulamos por los escenarios, no obstante, todo lo que atañe a la recreación de las mazmorras o los diseños de los enemigos es bastante pobre.

Las mazmorras beben todas del mismo diseño fuente, un castillo sombrío recubierto de piedra y trampas que tendremos que sortear o usar en nuestro beneficio para acabar con los enemigos. Estos son todos esqueletos cabezones cuyo color o tamaño denotará sus virtudes o fortalezas. Lo de utilizar el recurso del color para darnos pistas es algo muy visto pero no por ello menos eficaz, ya que el estímulo visual siempre nos dará pie a reaccionar rápido, más cuando este juego lo precisa dada su dificultad que más adelante comentaremos.

En cuanto a detalles de iluminación, el juego se siente algo pobre por falta de luz, las llamas azules de las mazmorras es la única luz que nos acompañará en el juego sin contar los destellos ardientes de nuestra Elemental.

Así en resumen, el juego cumple en lo gráfico pero requiere un pelín más de pulido y algo más de dedicación en cuanto a dotar de variedad de diseños a los escenarios y enemigos.

Sonido – Silencioso y cauteloso

El juego de por sí está desprovisto de banda sonora durante los niveles a excepción de la pantalla de carga que sonará un tema genérico de fantasía. Esto no es algo negativo si no que forma parte de la ambientación: El sonido de los pasos, de los sablazos, de los conjuros o del repiqueteo de las mandíbulas de los esqueletos refuerzan a esta con gran acierto.

Los efectos de sonido tienen un nivel más que aceptable y no podemos achacarle crítica alguna a ellos. Fetén, en este apartado. No así el doblaje, desprovisto también pero con la suerte de que al menos los personajes emiten sonidos de dolor, respiración y demás reforzando la idea de que están vivos en contraposición a todo lo que nos rodea en las mazmorras.

Jugabilidad – Mazmorras duras y con razón

Un juego de este estilo donde debe hacerse más fuerte es en este apartado. Lamentablemente no es así si no que patina muy fuerte con puntos donde la base debería ser sólida aunque muchas de las ideas que expone sobre el tablero tienen un atractivo enorme.

Para empezar, la mecánica básica y principal del videojuego consiste en cambiar entre los 3 personajes disponibles en tiempo real según apremie la situación. La Liebre es la más rápida, fuerte contra grupos de enemigos pequeños y la mejor opción para esquivar trampas, el Troll es lento pero “counterea” a los esqueletos gigantes y es capaz de derribar los pilares de invocación, la Elemental puede disparar mientras se mueve lo que la convierte en la candidata ideal para mermar a los enemigos a distancia además de ser mortal contra los enemigos de hielo.

Cada personaje posee dos habilidades ejecutables con las letras Q y E del teclado sumándole una habilidad ultimate con la W. Durante el transcurso de los niveles conseguiremos dinero para subir de nivel las mismas o conseguir otras nuevas, siempre y cuando encontremos sellos que nos suban de experiencia al completar los niveles o recogiendo cofres en el selector de mazmorra.

Como digo, todas estas ideas así planteadas molan y sería maravilloso si no fuese porque la ejecución está mal llevada. El control, tanto el de movimiento como el de atacar es con el ratón y eso desemboca en confusiones del estilo de “missclikear” enemigos o zonas del escenario erróneas en plena batalla. Por otra parte, la respuesta es bastante dura y la precisión/agilidad que necesitan sus batallas cuando se vuelven masivas no se corresponde con la señal que enviamos a la hora de teclear, llevándonos a la muerte en más de una ocasión sin que sea cosa de nuestra ineptitud.

Hablando ahora de los niveles, estos son cortitos y pasilleros, aunque no lo suficiente como para que nos sintamos perdidos en ningún momento. La clave es derrotar enemigos para poder abrir el portón final del nivel aunque lo que más apremia es acabar en tiempo récord y rescatando al goblin preso para así obtener 3 estrellas de bonificación. Con dichas estrellas podremos abrir cerraduras de niveles nuevos más largos y complejos, son una odisea tremenda en dificultad y si le añadimos los problemas mencionados en el control pues os imaginaréis que no son moco de pavo completarlos sin sudar la gota gorda.

Metamoprh es un juego sin muchas pretensiones ni ambiciones que plantea ideas muy interesantes a las cuales les falta un pulido para que se conviertan en mecánicas divertidas y satisfactorias. Esperemos que cara a la versión final del título solventen estos problemas y se convierta en un título a tener en cuenta para los amantes de los Dungeon Crawlers.

La clave ha sido cedida por Firefly Studios para su correspondiente análisis.