Los videojuegos para unos son un arte, para otros mero entretenimiento y para unos cuantos tan serio como la vida misma. Para mí, los videojuegos han sido mi hobby favorito durante casi dos décadas, con el cual puedo olvidarme del resto del mundo y toda la basura que le rodea, donde puedo reencarnar a mi elfa favorita y vivir aventuras que serían imposibles de vivir en la vida real, -a no ser que existieran los murlocs-, pero esto ha ido distorsionándose a medida de que los modos online han ido apareciendo. No me entendáis mal, me encanta conocer gente nueva y jugar online con personas de otros países, es una de las mejores cosas que se ha podido hacer gracias a internet, pero como en cualquier rebaño siempre hay una oveja negra: las comunidades tóxicas.
Me saca de mis pantallas ser nueva en algún juego e incluso ver a alguien que es nuevo y recibir un montón de criticas, malas formas e insultos por no saber jugar cuando cualquiera, y repito, cualquiera no ha nacido sabiendo hacer algo. Me saca de mis pantallas que la gente que se supone es ‘experta’ en X juego en vez de intentar enseñar a los demás y que intenten mejorar, se la pase insultando y haciendo caso omiso a las peticiones de ayuda que recibe. Me saca de mis pantallas que un juego deje de ser un juego para algunos y cualquier fallo te lo reprochen o incluso se metan con nuestros propios progenitores. Seguiría así pero creo que ya habéis cogido el hilo de todo el acoso al que me refiero.
Es increíble la de gente que hay hoy en día en las redes sociales y foros quejándose por el bullying que sufren en los propios videojuegos, ya sea por su orientación sexual, su género, o simplemente porque si. Y mis preguntas ahora son, ¿de verdad hacía falta llegar hasta tal punto? ¿En qué momento los videojuegos se convirtieron en un patio de instituto donde, o estás en la onda, o no mereces pertenecer a este grupito?
Siento mucha tristeza al ver esto, al ver que la gente, incluso yo, coge miedo de jugar con completos desconocidos por miedo a no saber hacer algo bien y que empiecen a insultarle y hacerle pasar un mal rato. Ver que las compañías podrían hacer algo al respecto pero a la vez no, ¿cómo habría que estar pendiente de una comunidad de un millón de personas para ver lo que dicen y lo que no? Si, tenemos las denuncias, pero a veces el acoso no siempre va ligado a insultos y es estos mismos los que tienen importancia para los moderadores.
Me saca de mis pantallas que el mundo virtual al que muchos le dedicamos horas, se convierta en algo tóxico y desmedido, un vertedero lleno de malos tratos y acoso, en vez de ser una desconexión total de esto y muchos más problemas que tiene la sociedad actual para conocer a gente nueva con nuestros mismos gustos. Que si, a lo mejor pensaréis que exagero un poco, pero solo hay que desgranar algunos sitios para ver en qué cojea este tipo de juegos.
Como ya he dicho anteriormente, en todos lados hay malas e intolerantes personas, y no, no os voy a recomendar lo típico de ‘no hacer caso’ o ignorar, porque el problema no reside en que se le haga caso a gente así, el problema está en la propia gente y su forma de actuar. Porque ¿quién sabe? Todos hemos tenido un calentón en alguna partida online, donde le hemos dicho de todo hasta a la IA literalmente y luego en la vida real somos los más simpáticos del mundo, pero hay que ser más tolerantes y pensar que nosotros hemos podido empezar en un juego hace años, pero cada día en ese mismo juego empezará alguien y podríamos ser nosotros.
Nada más, jugad y dejad que los demás también disfruten jugando de la maravilla que significan los juegos online. ¿No es una de las sensaciones más placenteras cuando ganamos una partida gracias a un buen trabajo y apoyo en equipo?