Las cinemáticas en un videojuego pueden ser dos cosas: la guinda del pastel o una vela deshecha que arruine todo el pastel pero, dejándonos de pasteles, son muchos los usuarios que se sienten molestos con algunos títulos de la generación actual que se exceden por tener un 80% de cortos mientras que el 20% restante está dedicado a la jugabilidad -véase The Order: 1886, una buenísima idea pero no muy bien llevada-. Por otro lado contamos con títulos que sin sus cinemáticas no serían lo que son ahora mismo, lo que nos lleva a la pregunta de si el séptimo arte habría que mezclarlo con los videojuegos, si deberían de hacer peliculas sobre videojuegos y viceversa.
¡Os dejamos con nuestras opiniones!
Nero, Redacción.
El videojuego es una forma de expresión que permite múltiples interpretaciones. Por ende, el limitar al videojuego en su forma arcade o técnica como un producto de ocio sería un error en su puesta a considerarlo como una corriente artística. Bien es cierto que el cine y los videojuegos deberían continuar por sendas separadas pues su forma de disfrutarse y entonar con los sentidos es bien diferente. No obstante, el que haya variedad en los géneros en los videojuegos es una oportunidad para guiar a consumidores del cine al medio y a su vez, para aumentar las herramientas con las que los creadores pueden expresar sus ideas creativas.
En cuanto a mi opinión personal y subjetiva, creo que el videojuego puede hablar, expresarse y contarnos una historia a través de aquellos elementos que solo un videojuego es capaz de ofrecer: sus mecánicas y la interacción. Si le quitas eso, el videjuego ya no es un videojuego, sino una secuencia cinemática donde el “jugador” tiene el poder de intervenir pero no de incidir de forma directa. Ejemplos como la obra de David Cage, las aventuras gráficas modernas de Telltale o el resurgir de viejos exponentes de ese género modernizándose a lo que demanda el cine como el caso de Syberia III demuestran que puede haber algo intermedio que no es videojuego ni es cine, si no aventuras interactivas.
Consideraría este sub-género de las aventuras gráficas como una forma de ocio nueva, pues carece de las mecánicas de un videojuego y de la comodidad visual que destila una película. Además, volviendo a reincidir en el carácter totalmente personal de mi opinión, soy de los que cuando quieren jugar a un videojuego quiere interactuar, incidir en su mundo, no ser un mero espectador y al igual me pasa a la inversa con el cine, quiero disfrutar tranquilo de una obra a través de mis ojos sin que yo tenga que pulsar un botón para que la trama avance.
Txustra, Redacción.
Muchas veces he escuchado frases como: «para jugar a ese juego mejor veo una peli», «prepara las palomitas para ese juego» o «he visto pelis mejores que ese juego» entre algunas variantes, pero la verdad es que creo que el binomio cine-videojuegos está más distante de lo que pueda parecer. La experiencia de jugar a un videojuego es única, el hecho de ser el protagonista, de tomar las decisiones que te parezcan más oportunas aún sabiendo las posibles consecuencias es algo que, evidentemente, no puede haber en las películas ya que solo eres un mero espectador.
Si bien es cierto que a veces el uso de cinemáticas es algo excesivo, estas ayudan a profundizar al desarrollo de la historia, cosa que no se pueden permitir las películas por falta de tiempo. Al fin y al cabo, el peso de las decisiones siempre te lo van a dejar a ti. Muchas veces he pensado: «ojalá hicieran una película de este juego» solo por el hecho de que seguro que así más gente podría disfrutarlo, pero termina siendo algo inviable por lo anteriormente comentado, es decir, falta de tiempo. Sin embargo, ¿alguna vez te has preguntado lo contrario? Seguro que eso es más difícil.
Por otro lado tenemos las películas basadas en videojuegos y los videojuegos basados en películas. Me atrevería a decir que el segundo bloque, en mi opinión, sale bastante mejor parado. A día de hoy, «El Señor de los Anillos: El retorno del Rey», me sigue pareciendo un auténtico juegazo y más aún si se juega en modo cooperativo. O como voy a poner las dos versiones en GameBoy Color de las dos primeras películas de «Harry Potter», donde plasmaban exactamente igual los hechos acontecidos en la película al videojuego. Pero el primer bloque… la saga de películas de Resident Evil (que a mí algunas me gustan, eso sí)… creo que dice mucho de la libertad que se toman para realizarlas y de la poca fidelidad que le tienen a su videojuego de origen con algunas excepciones, claro está.
Mey Suárez, Redacción.
El mundo del cine y los videojuegos ya van de la mano. ¿Quién no podría imaginar la película Apocalypto en videojuego? Momentos llenos de acción donde el protagonista salta y elude peligros por la selva. Recordándonos el estilo de juego scroll de los años 80-90, de avance lateral. Con la evolución de la calidad de los videojuegos miles de películas podrían ser adaptadas al mundo gamer. Otro ejemplo para mí es Batman Vs Superman, la mayor parte de la película sentí que estaba viendo las cinemáticas o jugando al Injustice. Esos combates tan marcados, sin apenas diálogo y esa estética.
Sin duda opino que se han hecho muchas más películas que podrían ser videojuegos, que adaptaciones de videojuegos a la gran pantalla. La mayoría han resultado ser decepcionantes. También considero que el toque cinematográfico que se le da a muchos juegos es fundamental. Hace que te metas en la historia, que te emociones, que te haga sentir rabia, intriga, y te enganche al juego. Al fin y al cabo todos jugamos para distraernos y sentirnos parte de ese mundo o ese personaje. Al igual que en el cine: transmisión de un mensaje a un receptor dispuesto a recibirlo. Y en el caso de los juegos, a interactuar con él.
Kalay, Redacción.
Durante los últimos años, los videojuegos han evolucionado mucho, también en la forma de contar sus historias. Y esto ha llevado a muchos juegos a querer imitar el estilo del cine de muchas maneras. La más obvia son las cinemáticas las cuales pueden ser un arma de doble filo, ya que son un método muy efectivo de contar la historia de manera sencilla, sin complicarse; pero en exceso pueden resultar frustrantes, ya que cortan el ritmo del juego y limitan las decisiones del jugador.
Por otro lado, los juegos han evolucionado también mucho en el guionizado, dando cada vez más importancia a la evolución de los personajes y de sus relaciones, lo que permite crear historias más completas y capaces de enganchar de verdad al jugador. Por último, también están los aspectos visuales, y es que cada vez más los videojuegos dan buena importancia a los colores, los encuadres, la iluminación… Creando una mayor inmersión y una nueva manera de hacer que la historia sea parte del escenario, y no algo ajeno.
Por el lado contrario, el cine también ha intentado imitar a los videojuegos en ocasiones, sin embargo, hacer una película de una historia interactiva, en la que la experiencia depende del jugador y en la que no existe una linealidad absoluta, puede traer desastres derivados de la readaptación del guión a un método unidireccional.
Smart Llamas, Medios.
En este campo puede pasar también en las películas basadas en videojuegos, ya que si te encanta una saga de videojuegos y hacen una película, si no lo tratan con mimo, puede que los fans no den más oportunidades a las películas basadas en videojuegos.
Yo estoy muy a favor de los videojuegos basados en películas, y de películas basadas en videojuegos, ya que pueden darnos muchas posibilidades y ofrecernos un gran abanico de experiencias.
Ralencoman, Redacción.
VulpesXephy, Redacción.
No tiene nada de malo mezclar cine y videojuegos, siempre que se recuerde que deben ser más que películas interactivas y que no se puede sacrificar la jugabilidad en pos de «Una experiencia cinemática»
Susanapz, Redacción.