La versión original de White Day: A Labyrinth Named School vio la luz, allá por el 2001, ese año muchos de nosotros recurrimos a traducciones improvisadas y «sabiduría forera» para conocer el argumento del juego y sus secretos (que no eran pocos). Muchas cosas han pasado desde ese ya lejano 2001, pero finalmente tenemos un remake en condiciones de un juego que para muchos (nos incluimos) es de culto. Lo primero que debéis saber es que la historia y ciertas mecánicas (así como parte de la personalidad de los personajes secundarios) han sufrido cambios, quizá no sean cambios que os dejen con la boca abierta. Pero sin duda son cambios que merece la pena experimentar.
La noche anterior al White Day (una festividad que en algunos países de Asia se complementa con San Valentín), Lee Hee-Min se escabulle en el instituto para esconder bombones en la clase de una chica muy especial para él. Un plan que parece no tener ningún fallo, pero pronto descubrirá que está atrapado junto a fantasmas, conserjes que actúan de manera muy extraña y compañeros de clase que tienen sus propios motivos para estar allí. Todo esto en un edificio que oculta muchos secretos… algunos de los cuales sería mejor no conocer.
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Lo que en un principio parecía ser una misión sencilla va evolucionando según vamos avanzando en la historia, pasamos de esconder unos bombones a intentar salir del instituto, intentar sobrevivir hasta el amanecer a buscar «la verdad». Las mecánicas son sencillas pero efectivas, llegando a crear un ambiente de tensión que en muchas ocasiones os hará desear parar a respirar un poco. Los veteranos de los Survival Horror le encontraréis un gran parecido a títulos como Resident Evil y Silent Hill, (los cuales fueron una gran inspiración para la versión del 2001) mientras que los nuevos encontraréis un título que salvo por el apartado gráfico (luego pasaremos a tratar este punto) no tiene mucho que envidiar a títulos actuales. Todo esto junto a una historia que os atrapará.
Y hablando sobre atrapar, es fundamental mencionar a los conserjes, dos figuras que por el día tienen una cara muy distinta a la que nos mostrarán a lo largo del juego. Decididos e implacables, intentarán darnos caza por todos los medios posibles. Acciones como correr, encender las luces, caminar con el mechero encendido, entre otras llamarán su atención y les facilitarán nuestra posición. Lo cual nos obligará a entrar en un estado de «alerta permanente», ¿nuestras armas contra ellos? ser listos y saber cuando realizar cada acción. Por ejemplo, encender las luces nos permitirá una mayor visibilidad y encontrar todo mucho más rápido, pero claro…tendrá consecuencias…, dependerá de cada quien decidir cual es la mejor opción. Y si todo falla sólo nos queda correr y escondernos, escondernos durante lo que parecerá una eternidad, teniendo paranoias con el ruido de sus llaves y las luces de su linterna, a merced de fantasmas y otros entes que habitan en la escuela y que buscarán divertirse a costa de nosotros.
Los personajes secundarios, algo más desarrollados que en la versión original del juego (los jugadores de la versión original lo notaréis mucho más) y sus misiones nos servirán como nexo para descubrir más sobre ellos y sobre los secretos que oculta nuestro instituto. Tened cuidado al interactuar con ellos, pues vuestras respuestas y elecciones influirán en el final que obtendréis. Pero no sólo de diálogos se sirve el juego, ya que contamos con una serie de notas de otros miembros de la escuela que nos ayudarán mucho durante la exploración y también nos permitirán conocer mejor el folclore coreano, japonés y chino en el cual se basan los fantasmas que nos acecharán.
Sobre los gráficos del juego se ha dicho mucho y algunas personas y críticos se han mostrado decepcionados, es cierto que se quedan un poco pobres para lo que podría ofrecer una versión de PS4, pero lo compensa con una ambientación sonora y musical bien coordinada y unas mecánicas que nunca pasarán de moda. Si algo funciona déjalo como está y aquí se ha tomado la decisión correcta, conservando el espíritu de los juegos que inspiraron el primer White Day. Además de esto, nos encontramos ante un título que cuenta con rejugabilidad pudiendo acceder a diversos finales, intentar completar todas las historias de fantasmas e intentar desbloquear diversos trajes para los personajes.
Queremos agradecer a BadLand Games (quienes han traído a España el juego en formato físico para PS4) por cedernos una copia del juego para su análisis, y terminar diciéndoos que White Day: A Labyrinth Named School es un buen juego, una alternativa muy buena cuando de escoger un juego de survival horror se trata, quizá no cuente con los gráficos y el presupuesto de un Triple A ,pero es un juego que merece una oportunidad, especialmente si sois fans del género y el terror asiático (especialmente el coreano).
White Day: A Labyrinth Named School
Jugabilidad - 9.5
Sonido - 9.5
Gráficos - 8
Duración - 9.2
Diversión - 10
9.2
White Day: A Labyrinth Named School un juego de culto que vuelve en busca del reconocimiento de las nuevas generaciones.