[Análisis] Kirby Battle Royale

Este 2017 se cumplen 25 años de la primera aparición de Kirby, donde se nos presentaría a la pequeña bola rosa que tendría que recuperar toda la comida y las estrellas mágicas que habían sido robadas por el Rey Dedede en Dream Land. Este aniversario ha querido ser celebrado por Nintendo y por HAL Laboratory lanzando diversos títulos protagonizados por Kirby.

En el mes de abril llegó Team Kirby Clash Deluxe, título digital para 3DS de carácter free-to-play en el que nos enfrentaríamos a enormes jefes, los cuales tendríamos que vencer de manera cooperativa. Ya avanzado el mismo mes llegó Kirby’s Blowout Blast, juego con más de 25 fases que recoge el testigo de los minijuegos que ya aparecieron en Kirby: Planet Robobot. Y ahora es el turno de Kirby Battle Royale.

Kirby Battle Royale, título prometido por Nintendo como un título de mayor envergadura que le daría una vuelta de tuerca a todo lo visto anteriormente en la saga, siguiendo la propuesta de este año de alejarse de lo que han sido siempre sus raíces, los plataformas en dos dimensiones.

Lo que nos propone este título es algo muy sencillo: hacer un Kirby Party, tendremos que enfrentarnos a la máquina o contra otros jugadores de todo el mundo, con las habilidades típicas de este personaje en diferentes combates de corta duración. Si bien no estamos ante un título típico de la saga en dos dimensiones, lo que no podía faltar es el Rey Dedede haciendo de las suyas. En la historia, Kirby se encontrará un flyer que resulta ser una invitación para un torneo, que, efectivamente, está organizado, y amañado, por el Rey Dedede en el cual se promete una suculenta tarta como premio.

Sin dudarlo ni un momento, Kirby se lanza a por ese premio para seguir endulzando su existencia, pero en este caso perdiendo su mayor característica: absorber a los enemigos. Esto no supondrá un hándicap en el título, ya que podremos ir desbloqueando las habilidades según vayamos avanzando en la historia. Historia que se podrá superar fácilmente en tres o cuatro horas debido a la permisividad de los personajes controlados por la IA. Su planteamiento es muy sencillo, vencer a nuestros enemigos en los distintos minijuegos del título para reunir monedas y así ir desbloqueando las diferentes habilidades e ir ascendiendo en la liga.

Los diez tipos diferentes de combates que encontraremos en el título son:

• Coliseo de combate: un combate cuerpo a cuerpo en el que todo vale para hacerse con la victoria. Gana el último que quede en pie.
• Lucha por las manzanas: tendremos que recoger, lanzar y robar manzanas, reuniendo el máximo posible antes de acabe el tiempo.
• Cazatesoros: tendremos que recoger la mayor cantidad de monedas y evitar que un fantasma te atrape, ya que cuando te atrapa te hace perder monedas.
• Pilotos al ataque: luchar por hacerse con el control de una motocicleta, ya que así podremos robarles las fichas a nuestros contrincantes.
• Teatro caótico: ser capaces de completar una incesante cantidad
• de tareas rápidas.
• Carrera de cohetes: reunir combustible para nuestro cohete y llegar lo más alto posible.
• Bonkers robóticos: tendremos que derrotar a un Bonker y nos llevaremos la victoria si somos el que más daño le ha hecho.
• Hockey a golpes: tendremos que darle una paliza a nuestros enemigos con la ayuda de un disco que sale volando por los aires.
• Tren de joyas: tendremos que llenar de joyas el tren.
• Tiro a la bandera: tendremos que destruir la bandera enemiga con un balón.

Respecto a las pruebas, a pesar de tratarse pruebas directas y frenéticas, también son simples y sin mucha profundidad, por lo que a corto plazo comienzan a hacerse repetitivas y no ofrecen una experiencia de gran envergadura, como es la que debería ofrecer.

Dejando de lado la anecdótica historia, que bien sirve como un tutorial para todo lo que está por venir, tendremos como plato principal un modo arcade para luchar en las diferentes pruebas contra la IA o el modo multijugador para batirse en duelo contra los amigos o de forma online (si se encuentra partida, claro). Estas modalidades resultan imprescindibles para que haya un mínimo desafío. Pero claro, debido a una comunidad prácticamente inexistente en el modo online cuesta horrores poder hacer un desafío. La única partida online que pude llegar hacer fue tras dejar veinte minutos la consola en espera.

Con todos estos errores sigue habiendo momentos en los que se pueden esbozar una sonrisa, como en la prueba Teatro Caótico o la Lucha por las manzanas, que se puede volver algo caótica, y más divertida, si nos centramos más en golpear a nuestro contrario que colocarlas en el cesto.

Al comienzo del análisis comentábamos que esta entrega de Kirby le daba una vuelta de tuerca a todo lo que habíamos visto anteriormente con el personaje y la pregunta es, ¿era realmente necesaria esta vuelta de tuerca? Probablemente este Kirby Battle Royale no aspiraba a más, pero a pesar de ser divertido y entretenido las primeras horas, acaba cayendo en una monotonía que no nos hará volver a cogerlo a no ser que encontremos alguien con quien jugarlo.

Se acaba convirtiendo en un juego que se queda en lo que pudo haber sido, siendo la solución más rápida para engordar el catálogo de lanzamientos de 3DS de cara a final de año, en vez de una celebración al aniversario de la bola rosa más famosa del mundo.

Este análisis ha sido posible gracias a un código de descarga para Nintendo 3DS que nos ha cedido Nintendo, ¡esperamos que os guste!