Como un buen sabio dijo, ¡me encanta el olor a rueda quemada por la mañana! ¿A vosotros no? Bueno a lo que íbamos, y es que ese aroma que se respira últimamente en el panorama videojueguil es a causa del lanzamiento de Forza Motorsport 7, el niño mimado de Microsoft que pretende superar, y por grandes motivos, a la nueva entrega de la mítica saga de carreras Gran Turismo pero, ¿lo habrá conseguido? Lo dejamos en el aire, pues en lo que nos vamos a centrar ahora es en analizar el último juego de Turn 10 Studios.
Y empezamos con este simulador de conducción de la mejor forma, y es que tal y como se pudo ver en los primeros minutos de la demo mostrada este pasado E3, tendremos la posibilidad -y ojo que esto hace que gane muchos puntos- de elegir el género de nuestro personaje, aunque esto será más relevante en el Modo Carrera. Una vez elegido, el juego por supuesto no querrá que vayamos ‘a lo loco’ directos al modo online, si no que nos pondrá a prueba con tres diferentes retos. Tras haberlos superado, podremos acceder al panel de modos de juego en toda su totalidad.
Hay que decir que el menú principal cuenta con un toque más fresco que su anterior entrega, pues podemos observar no solo las diferentes opciones, si no también a nuestro piloto y su equipaje en vivo, dejando esa típica cuadrícula que ocupa toda la pantalla y que caracteriza a los títulos de este mismo género.
Tras esta breve introducción, es hora de empezar a jugar.
Realismo en estado puro
La arenilla que sueltan los demás vehículos a su paso, las gotas de lluvia recorriendo el parabrisas o el mismo reflejo del salpicadero en el cristal son algunas de las joyas que el nuevo Forza nos deja, pues si hay que describirlo en una palabra sería ‘realista’. Pero, ¿realista por qué? Porque posee un apartado gráfico potente, aunque sin duda alguna su punto fuerte está en los pequeños detalles como los que os mencionábamos anteriormente y que nada tienen que envidiar a lo último del mercado.
Viajando por los prados de Maple Valley, los frondosos bosques de Nürburgring o los paisajes desérticos de Dubai, el clima cambiante jugará tanto de nuestra parte como en contra, pues muchas veces una abundante lluvia puede pillarnos por sorpresa, al igual que el propio anochecer en tiempo real. Siendo este último una delicia, pues aún habiendo llegado la oscura noche a los circuitos, con la gran iluminación que estos poseen no nos perdemos ni un centímetro del escenario, convirtiéndose incluso más vistoso -y quizás esto entre ya en opinión personal- que con la luz del día.
Dejándonos de detalles y climas, el simulador posee como de costumbre diferentes vistas y ángulos de cámara bastante útiles para poder observar a quienes nos siguen, llevar el volante en tercera persona -viendo el increíble vehículo- o añadiéndole un extra de realismo con una vista en primera persona, dejando estas dos a elección del jugador, entre otras.
Jugabilidad brusca, en todos los sentidos
Si, y es que, pese a que a simple vista no se notan muchos cambios respecto a sus anteriores entregas, el juego es un simulador en estado puro, tanto, que nos encontramos ante el Forza más brusco de la saga. Posee una conducción ruda que pretende hacernos sentir dentro del mismo vehículo, la rigidez del control de este, la velocidad a la que vamos e incluso la fricción de los neumáticos en contacto con el asfalto.
Pero todo este mismo realismo tiene una falla, ya dejando de lado el sonido quebrante del automóvil que, si no sois muy aficionados a este tipo de juegos o no contáis con un buen dispositivo para reproducirlo vuestra primera reacción será bajar el volumen a cada momento, a lo que se refiere al tema faltas no se lo toman muy enserio. Pues en otros títulos podemos ver perfectamente que al chocar con otros participantes, entre otras cosas relacionadas con el ‘juego sucio’, llegamos a ser sancionados, mientras que en este incluso podemos utilizar estas tácticas para beneficio propio sin que nos digan nada. ¿Algún fan de Fast & Furious en la sala?
Quitando esto, el juego de carreras es apto para todo tipo de jugador, con más o menos experiencia, y es que contiene una gran variedad de opciones que podemos ir cambiando según queramos aumentar o disminuir su dificultad. Por defecto el juego se iniciará en un modo bastante fácil de llevar, con la opción incluso de poder rebobinar en cada choque para evitarlos y no perder ni un segundo durante la carrera, pero si esto se nos hace monótono tenemos a nuestra disposición el cambio manual de dichas opciones, con las que incluso poder activar el sistema de daños que, lógicamente desactiva el ‘escudo protector invisible’ del coche al sufrir algún alcance o el desgaste de neumáticos, donde al cabo de un tiempo no nos quedará otra opción que hacer un ‘pit stop’.
Otro de los puntos fuertes es la personalización de nuestro conductor, tal y como os mencionamos anteriormente, donde, siendo la más extensa comparada con sus anteriores entregas, podremos cambiar tanto su género como su equipamiento, pudiendo este último conseguirlo en las nuevas cajas de botín al más puro estilo Overwatch. Estas, que contarán con diferentes versiones según su rareza nos permitirán adquirir desde nuevos cascos hasta los mejores coches o modificadores, eso si, también se podrán conseguir con dinero real.
Y justo de esto último hablaremos en el apartado jugable, pues Forza 7 dispone de un sistema de modificadores, comúnmente también llamados mods, que nos otorgan una serie de extras durante la carrera. Estos potenciadores pueden elegirse tanto manualmente, según nuestras preferencias, como ponerlo en automático si no queremos calentarnos la cabeza.
Coches, camiones, ovnis, ¡de todo!
Si, uno de los factores más importantes que el juego posee es la gran cantidad y variedad de vehículos que tenemos a nuestro alcance, que podemos obtener ya sea por medio de cajas de botín o comprándolos directamente. Una extensa lista que hace las delicias de cualquier fan de los automóviles, clasificada de una manera muy útil por marcas y convirtiéndose en la selección más completa de bólidos hasta la fecha que incluye -hasta ahora poco vistos en este tipo de juegos- camiones, dando al jugador la oportunidad de disfrutar de esta experiencia y que nada tiene que ver con las carreras con monoplazas o coches.
Respecto a la lista de circuitos poco hay que decir, cuenta con hasta 32 recorridos diferentes, con una diversidad sorprendente en cuanto a decoración y ambiente pero que no dejan de ser exactamente los mismos que los de su anterior entrega salvo únicamente el de Dubai, creado expresamente para este nuevo título y que, pese a que en algunos puntos nos deja boquiabiertos dado a sus increíbles paisajes rocosos, quizá esta lista se queda corta en cuanto a novedades se refiere.
Conclusión
En conclusión, contamos con un nuevo Forza Motorsport que ha mejorado con creces respecto a su antecesor, en el cual se nota la chispa y los mimos que le han otorgado sus creadores cuidando cada mínimo detalle, siendo uno de sus puntos fuertes la implementación del clima cambiante y puliendo algunos de sus aspectos que les hacia falta un ‘lavado de cara’ en anteriores entregas. Lo que se echa de menos es sin duda un poco de mano dura en las carreras y nuevos circuitos pero por lo general, Forza Motorsport 7 ha cumplido con lo prometido.
Este análisis ha sido posible gracias a una copia digital que ha ofrecido Microsoft a VidaoPantalla, ¡esperamos que os guste!
Gráficos - 9
Jugabilidad - 8
Sonido - 7
Multijugador - 8
8
La nueva entrega de Forza viene a darlo todo con su nuevo sistema climático, sus nuevos coches y sus cajas de botín, ofreciendo al jugador una mejorada y mimada experiencia respecto a sus anteriores títulos.