[Análisis] Trulon: The Shadow Engine

Creado por Kyy Games, Trulon: The Shadow Engine nos trae las aventuras de Gladia, una joven valiente que arriesgará todo junto a compañeros que se unirán conforme avance la historia para descubrir el origen de la enfermedad que está afectando a Tripudia y Maelon. Este RPG combina aspectos clásicos del género con puzzles y un sistema de combate mediante cartas que ofrece infinitas posibilidades.

Pues bien, tras esta breve introducción, empecemos:

La primera impresión a veces también es importante

Y es que, si hay algo que sorprende tras los primeros minutos del juego es sin duda la variedad y la intensidad de los colores que decoran tanto a los personajes como a los paisajes, provocando un ‘zasca’ a ese tópico que dice que los elementos steampunk suelen ser oscuros y tristes. Lleno de vida y fundiendo diferentes texturas, algunas escenas de Trulon: The Shadow Engine nos llegan a recordar a las mismísimas entregas de Final Fantasy de finales de los 90, como buen ejemplo el mapa mundial con el cual viajamos a otras ciudades o zonas, muy similar al de Final Fantasy VII o el juego de rol multijugador Dofus.

Pasando a otros aspectos en cuanto al apartado artístico, como una gran mayoría de los RPG, este no cuenta con voces, si no textos acompañados de una imagen del personaje que en ese momento está hablando. La pega que tiene esto es que, ya esté el personaje riendo, enfadado o a punto de morir, dicha imagen sigue siendo la misma, lo que genera que el jugador no conecte 100% con cada personaje, incluso con la misma protagonista.

Pese a ello, la primera impresión que nos da es buena, y esta sigue durante todo el juego.

Cartas por aquí, cartas por allá

El título de Kyy Games cuenta con un sistema de combate mediante cartas, dándole ese ‘toque’ que lo vuelve diferente. Los combates pueden variar según el número de contrincantes y aliados, alargando o acortando su duración, así como su botín pero vamos a explicar más detalladamente este sistema:

Contamos con X número de cartas para cada batalla, cada personaje cuenta con sus propias cartas enfocadas al ataque, defensa, curación o magia, pero esto puede ir modificándose a lo largo del juego, pues todas las nuevas cartas que adquiramos nos permitirán asignarlas a quien prefiramos, según el rol que tenga cada uno. El combate es simple, en cada turno el jugador puede escoger únicamente una carta, ya nos aporte más poder para el siguiente turno, un ataque normal, un ataque en area, un escudo para el próximo turno que nos ataquen o curación en area entre infinitas posibilidades, escoger la adecuada en cada ocasión será nuestra responsabilidad, aunque el juego en si cuentas con ciertas facilidades para que tanto los expertos en este género como los novatos, puedan disfrutarlo sin frustrarse.

¿Cómo conseguir más de estas cartas? Muy simple, pese a que lo normal sería que las decenas de criaturas y enemigos que nos encontramos nos deberían soltar oro o jugosos botines, estos, rara vez dropeándonos piezas de armadura para equipar, nos darán más cartas para combatir más aún, por lo que no hay que preocuparse por si nos quedamos sin ninguna.

Puzzles, al principio pequeños, luego matones

Sin duda lo que hace de Trulon: The Shadow Engine algo diferente además de su sistema de combate son sus puzzles, aunque estos van mejorando -o empeorando, según como lo miremos- una vez vamos avanzando. Estos empiezan de una forma tímida e inocente con piezas que encontrar y colocar en el camino para seguir y más adelante, por poner un ejemplo, el juego nos mete en la situación de que hay que activar una especie de torres eléctricas para causar un fallo en el sistema de una fábrica. Hasta ahí bien, la cosa se complica cuando solo es posible utilizar hasta 4 y hay más de 10 torres para elegir, nuestro objetivo será encontrar cuales son las adecuadas para unir la corriente y acabar con todo.

La gran variedad de puzzles demuestra que no es solo un juego de ‘matar bichos’, si no que se necesita también algo de ingenio para seguir en la historia y pueden llegar a ser todo un reto.

Un sonido simple pero correcto

Así es, siendo sinceros la aventura de Gladia no destaca precisamente por su banda sonora, pues se convierte en la típica con toques »medievales» de un juego de rol con poca variación. Pese a ello, cada melodía se hace notar que está hecha a medida para el juego, pues siendo este de una duración considerable, la música que lo acompaña no se hace repetitiva, cosa difícil en juegos de este tipo.

Conclusión

The Shadow Engine, siendo un spin-off de la historia original, nos ofrece un juego que destaca por no usar el mismo patrón que numerosos juegos de rol, una historia de verdaderos héroes, un combate por cartas fácil de asimilar tanto para principiantes como para expertos y una gran cantidad de horas de entretenimiento, pese a que en algunos pequeños detalles podría mejorar, aunque estos no le resten diversión. Si buscáis un juego en el que pasar horas y horas jugando este es el indicado, eso si, si es que domináis los idiomas inglés, finlandés o alemán, pues estos son los únicos que están disponibles por el momento en su versión para PlayStation 4.

Este análisis ha sido posible gracias a un código de descarga para PlayStation 4 que nos ha facilitado Headup Games, esperamos que os guste.