[Análisis] Super Mario Odyssey

Tras su gran e inesperado anuncio aquel 13 de enero, Super Mario Odyssey ya está disponible en Nintendo Switch postulándose como uno de los mejores videojuegos del catálogo, de la franquicia Super Mario y de la propia Nintendo en sí. Se trata de un plataformas en 3D en mundos abiertos con cientos de secretos por descubrir. Un videojuego en el que cada jugador vivirá su aventura de formas completamente diferentes.

Un videojuego que lo puede disfrutar todo el mundo, grandes y pequeños. Un videojuego que se ha creado desde el cariño, el respeto y la pasión por el arte de la industria. Un videojuego para todo aquel que ame los videojuegos indiferentemente de su compañía favorita. Super Mario ha regresado por todo lo alto en una aventura nueva en la que nos quitamos el sombrero… ¡Literalmente!

Nada más comenzar el juego ya queda clara cual es la premisa del videojuego: jugar. Super Mario Odyssey no se centra en su historia, la cual consiste en que Bowser está planeando su boda con la princesa Peach y Mario tiene que ir a rescatarla superando cientos de obstáculos, recogiendo energilunas y acabando con la nueva banda de Bowser, los Broodals. Más que la historia, el contenido de esta y cómo está planteada es sorprendente… ¡Y no podemos decir nada para no destripar nada, pero creednos que lo veréis con vuestros propios ojos!

En su apartado artístico el videojuego es simplemente una gozada para nuestra vista. Se ve extremadamente fluido y no hemos visto ni una sola caída de frames. Sin embargo, no todo consiste en la resolución o en los fotogramas por segundo que se muestran en la pantalla, sino lo preciosos y carismáticos que son todos los elementos que componen la escenografía del mundo.

Por ejemplo, en el mundo que veis arriba se trata de una especie de selva, y cada pequeño detalle de lo que podría ser una selva lo podemos ver ahí: musgo, piedras, el agua de la catarata… Todo perfectamente cuidado para que nos sumerjamos de lleno en el mundo de Super Mario Odyssey. En especial destacar el agua, en la cual Nintendo, como siempre, ha hecho un trabajo excepcional.

Incidir también en la iluminación y profundidad de campo, maravillosamente cuidada. Algunos clásicos enemigos como los goombas, los koopas y chomp cadenas regresan, y también se añaden nuevos esbirros en el ejército de Bowser con distintos poderes que podremos aprovechar para continuar nuestra aventura. Además, gracias a las tiendas Crazy Cap podremos cambiar el aspecto de Mario por trajes temáticos de ese reino.

Eso sí, nos contarán algunas monedas tanto de las normales como de las monedas del reino para desbloquear esta ropa, que nos podremos cambiar en la tienda o también desde la propia nave Odyssey en el armario. Gráficamente este videojuego es todo un deleite para nuestros ojos, ¡os quedaréis ojipláticos!

En el apartado musical tenemos que decir que Super Mario Odyssey es mágico. Por una parte tenemos los efectos de sonido, perfectamente cuidados y creados, algunos nuevos, algunos remasterizados, que serán un auténtico gusto para nuestro oídos, y luego tenemos la banda sonora del juego, que nos meterá dentro del mundo incluso con los ojos cerrados. Una música evocadora, fresca, que hará que la tarareemos sin darnos cuenta.

Y ahí reside parte de su magia y de su perfección. Cuando escuchas una canción durante unos segundos y ya la estás tarareando sin darte cuenta es porque detrás ha habido un trabajo por la composición de las notas, por el tempo y por los instrumentos que genera que nos sintamos felices, contentos, asustados, emocionados, con ganas de más… Ese es el poder del sonido, el poder de la música, y Nintendo ha sabido incluirlo en su videojuego.

Además de ello tenemos el temazo «Jump Up, Super Star!, cantado por Pauline en Nueva Donk, el cual ha llegado al corazón de los fans generando una gran cantidad de covers y remixes de la canción. Y pasamos ya al tema climax de Super Mario Odyssey, su jugabilidad, o como hacer que un juego plataformas en 3D en el que, en principio, solo tenemos a un simpático fontanero saltarín, y más adelante vemos que hay decenas de formas distintas de jugar.

El objetivo principal de Super Mario Odyssey es recolectar el mayor número posible de energilunas. Para ello deberemos superar cientos de obstáculos saltando y atacando a nuestros enemigos. Plataformeo puro y duro. Los niveles son mundos abiertos, cada uno con su propia temática: jungla, playa, urbano… ¡Y muchos más! Cada uno de estos mundos tiene escondidas varias energilunas que obtendremos superando retos.

Estos son desde encontrarla en un punto concreto y no tan a la vista, hasta derrotando a un jefe final (que nos llegarán a dar hasta 3) pasando por las tiendas e incluso llegando a grandes alturas. Algunas misiones se repiten en cada mundo, como una de pasar por una puerta que solo se abrirá si tenemos el traje adecuado, o la de crear un tótem de goombas para llegar a una señora Goomba que se encuentra en un lugar elevado.

Sin embargo cada uno de las formas de completar estas misiones son diferentes en cada mundo: en algunas puertas deberemos superar un pequeño desafío, y el camino que debemos seguir con los goombas variará e incluso se encontrará con mayores obstáculos a esquivar. También hay niveles en 2D que son una fiel adaptación del primer juego de NES del fontanero de la Gran N.

En este juego hay dos tipos de monedas: las clásicas de oro y las de cada reino (algunos tienen 50 mientras que otros tienen 100). Estas monedas tienen utilidad en las tiendas Crazy Cap, en las que podremos comprar ropa, pegatinas y objetos para decorar la nave Odyssey, además de energilunas y un corazón de energía para aumentar nuestra vida de 3 a 6. La pregunta es: ¿están las clásicas setas verdes para el marcador de vida? No, y es que aquí una vez perdamos una vida nos quitarán 10 monedas de oro.

De este modo no tendremos que repetir tan continuamente un camino para continuar nuestra aventura. Y pasamos ya al punto fuerte de su jugabilidad: Cappy. Esta simpática gorra nos acompañará en nuestro viaje y gracias a su habilidad podremos tanto atacar a nuestros enemigos para quitárnoslos de en medio, y también para poseerlos. Y es aquí cuando cambia por completo la jugabilidad de Super Mario Odyssey.

Podemos ser un goomba, un hermano martillo (o sartén, fuego…), podemos ser un gusano con el que movernos de una plataforma a otra sin caer, podemos ser una bola de fuego para navegar por el mar de lava, podemos ser un chomp cadenas para destrozar paredes, podemos ser un tanque… ¡Podemos ser hasta un dinosaurio! Podemos ser casi cualquier cosa en cada mundo, y podemos usar sus habilidades para continuar y abrirnos paso.

Lanza bolas de fuego, dispara a tus enemigos, vuela, monta en motocicleta… ¡Cambia por completo la jugabilidad de un plataformas en 3D para sentir que estás jugando a un juego completamente diferente! En conclusión, Super Mario Odyssey es el videojuego llevamos más de dos décadas esperando. Libertad, exploración, diversión, se unen para crear una obra maestra que marcará un antes y un después en la historia de los videojuegos como ya lo hizo en 1996 con Super Mario 64 y también en 1985 con Super Mario Bros.

El videojuego además tiene una duración casi eterna, ya que descubrir todos los secretos, comprar todos los objetos en las tiendas Crazy Cap y encontrar todas las energilunas… Estamos hablando de más de 300 horas de juego. Super Mario Odyssey es el videojuego para los amantes de los videojuegos. ¡No puedes perdértelo!