[Análisis] LEGO Ninjago: la película, el videojuego o el ninja que queremos ser

Bienvenidos a LEGO Ninjago. ¿Qué puede salir mal si mezclamos ninjas, LEGO y un ejército Tiburón que quiere conquistar nuestra ciudad? Nada, claro está. Solo tendremos un fantástico mix que recuerda hasta cierto punto a las Tortugas Ninja con su maestro (en nuestro caso, el señor de la barba blanca Wu, un modelo a seguir donde los haya) y a los Power Ranger con sus megazord. En resumen: una adaptación muy divertida de la película, espectacular especialmente de cara a los pequeños de la casa, en un delicioso cooperativo que mantiene además la estética de «cuanto más cosas rompas, más bonito será tu marcador».

Y es que la historia parece simple, con un gran malo que quiere destruir la ciudad de Ninjago, y sus seis grandes ninjas y su maestro para impedirlo. Típica historia de película de acción, teñida con la lógica de los niños para que sea atractiva para ellos y para nosotros. LEGO suele triunfar, y sin duda la película será un éxito. El videojuego, por su parte, conlleva bastante bien la narración con las mecánicas de LEGO, montando objetos a base de lo que destruyes o encuentras por una ciudad en guerra de bloques, y creando fantásticos puzzles que deberemos resolver a veces entre varios personajes.

No es el videojuego más innovador de LEGO, pero sin duda es llamativo. El mundo está dividido en ocho grandes zonas, en las cuales puedes encontrar eventos especiales como una carrera, un dojo o una búsqueda del tesoro, normalmente de ladrillos dorados que se encuentran en el lugar menos pensado. Como decíamos, no es la entrega más innovadora de la saga LEGO, y por tanto haceos a la idea de que la duración del juego, de lo que sería la «misión principal» es de unas 6-8 horas en función de vuestra habilidad, y que el resto de cosas pueden omitirse. Son añadidos, divertidos y sencillos de hacer, pero que no tienen esa relevancia. Con ellos la duración del juego puede aumentar 3-4 horas más.

La jugabilidad es similar, una vez más, al resto de entregas, aunque en esta ocasión vemos una atención especial para la acción. Al ser ninjas son personajes particularmente ofensivos, lo que hace que encontremos una serie de mecánicas de combate plagadas de diferentes tipo de golpes, combos y saltos que enriquecen la experiencia del combate, generando dinámicas muy atractivas. En combate también encontramos otra mecánica curiosa, la de los mechas (de ahí el parecido con los megazord) que tiene cada protagonista. Podemos dirigirlos y controlarlos, y quizá sea la única parte del juego, de sus combinaciones y mecánicas, que nos ha dejado más descontentos. El control de los mechas voladores es algo complejo, quizá poco intuitivo. En este caso encontramos también un punto RPG, muy sutil, que responde al árbol de habilidades. Es corto y sencillo, acorde a la dinámica del juego, pero permite mejorar y personalizar ligeramente tu estilo de combate.

Lo que pone la guinda al pastel de la diversión de LEGO: Ninjago es el cooperativo. Sí, también típico en LEGO, pero en esta entrega, a nuestro parecer, es especialmente llamativo y curioso: encontramos una opción para cuatro jugadores en pantalla dividida, todo local y nada de online. Es parte de la esencia de LEGO, fortalecer la relación de los videojuegos en pantalla dividida, los juegos locales para pasar tiempo con tus amigos y algo de picar. Algo que, actualmente y sobre todo en mi generación, echamos muchísimo de menos. Si bien no es apta para pasar el modo Historia, te aporta distintos modos de juegos, a cada cual más entretenido que el anterior.

El estilo sandbox que encontramos al poder recorrer la isla de cabo a rabo se rompe ligeramente a la hora de enfrentarnos a los tiempos de carga, que a veces son excesivos, si bien tampoco genera una ruptura absoluta de la fluidez debido a que son ocho zonas diferenciadas, y no pasamos el tiempo yendo de lado a lado de la isla.

A nivel sonoro es tan bueno como el resto de entregas que nos ha traído Warner Bros: la semana pasada comentábamos el estupendo doblaje que encontramos en La Tierra Media: Sombras de Guerra. En este caso no se quedan cortos. Sin duda, un título que jugar y con el que divertirse, especialmente los niños y los amantes de la saga LEGO.