Antes de que sigáis leyendo, debemos avisaros de que esta noticia contiene ciertos spoilers sobre la trama de Uncharted 4: A Thief’s End, si aún así decidís seguir, ¡adelante!
Jason Schreier, redactor en Kotaku y escritor de Blood, Sweat and Pixels, libro enfocado al desarrollo de videojuegos, secretos de algunas compañías e historias turbulentas, ha hecho público en este mismo cómo hubiese sido la historia de la última entrega protagonizada por Nathan Drake si Amy Hennig, originalmente su guionista, hubiese terminado su trabajo antes de marcharse de Naughty Dog por un desacuerdo.
Tal y como podemos ver en la cuarta entrega, tras años y años sin que su hermano mayor Sam diera señales de vida, en la actualidad Nathan tenía por aceptado que este había muerto cuando de repente aparece por sorpresa, intentando convencer a nuestro cazatesoros a emprender otra codiciosa y peligrosa aventura.
Pues bien, Hennig por lo contrario, quería que la relación y la historia de estos dos hermanos fuera totalmente diferente: Nathan no querría ver ni de lejos a Sam, pues este estaría centrado en conseguir riquezas sin importarle nada más, sin escrúpulos como cualquiera de los villanos a los cuales nos hemos podido enfrentar en anteriores entregas, convirtiéndose así en uno de los antagonistas principales del juego.
El detalle está en que los jugadores no descubrirían que son familia hasta mitad del juego, algo que hubiese complicado bastante la historia, aunque ambos intentarían llegar a un acuerdo para enfrentarse a un enemigo en común, tal y como se puede ver en The Lost Legacy con Chloe y Nadine.
¿Qué os parece este cambio? ¿Preferís la historia que ya conocemos o esta?