Gráficos - 9
Historia - 8
Duración - 8
Sonido - 8
Jugabilidad - 7
8
¿Puzzles combinados con una historia sentimental en los que nuestro ingenio no será suficiente para avanzar? Es lo que nos ofrece MIND: Path to Thalamus.
Desarrollado por el estudio catalán Pantumaca Barcelona, MIND: Path to Thalamus nos ofrece una aventura llena de puzzles y acertijos donde nuestra imaginación será nuestra mayor arma. Pero tras sus presentaciones como un título lleno de fantasía y entretenimiento hay algo más oscuro: la trama del mismo nos hace vivir en primera persona el dolor y el sufrimiento de un padre que ha perdido a su hija Sofía ‘otra vez’ debido a una catástrofe natural. Los remordimientos, así como la desesperación serán nuestros compañeros de viaje.
Una pérdida inexplicable.
Y empezamos justo en el momento clave de la historia, aparecemos en lo que resulta ser nuestro barrio con un tornado llegando desde el mar que pretende engullir todo lo que esté a su paso. De frente un panel que nos informa de los controles del juego, detrás un huracán cada vez más cerca y, aunque ese camino sería el último que deberíamos tomar, nuestra pequeña hija yace atrapada en la casa, por lo que nos disponemos a intentar salvarla.
A medida que avanzamos, los elementos del entorno hacen que llegar a nuestro destino sea más complicado, -un punto a favor para al juego, ya que estos obstáculos aportan más realismo a la situación-, llegamos a lo que queda de nuestro hogar buscando habitación por habitación, Sofía no está, pero ¿entonces dónde está? El huracán hace su trabajo y aparecemos en otro mundo el cual nos llena de dudas. ¿Este mundo es real? ¿Estamos muertos, o quizá inconscientes? Lo descubriremos a lo largo del juego.
Y esto lectores, son simplemente los primeros cinco minutos del juego. Lo que nos espera a continuación son una gran variedad de puzzles y pruebas, acompañadas de unos destellos que al tocarlos, hacen el papel de recuerdos, conociendo así un poco más al personaje que llevamos y su pasado.
Escenarios y situaciones que juegan con nuestra mente.
Sin duda uno de los puntos fuertes del juego son sus logrados paisajes, con todo un lujo de detalles llegamos hasta a sentir vértigo en algunas situaciones. Teniendo como guía un dibujo de Sofía arrastrado por la brisa, en ocasiones nos será de ayuda, en otras hará falta algo más que un papel para desplazarnos por los escenarios, pues estos están preparados para que nos perdamos en ellos, sin saber hacia donde ir o si nuestra decisión será la correcta.
La variedad del entorno es bastante peculiar: pasamos a través de antiguas ruinas provocadas por un desastre, unas oscuras cuevas, un verde e inmenso prado o un bosque entre mucho más. Unos cambios radicales que bien nos pueden recordar al más allá de la protagonista del drama The Lovely Bones que destaca además por la aparición de elementos que nada tienen que ver con el paisaje.
La imaginación, nuestra mayor arma.
Respecto a los acertijos, no tienen un fin concreto, simplemente avanzar en la historia para encontrar a nuestra hija. Y pese a que quizás resulta un poco repetitivo realizar el mismo tipo de puzzle varias veces al principio, además de que su dificultad se incrementa en cada nivel, también se mezclan diferentes puzzles a la vez, algo que ayuda a que sean más llevaderos. Dentro de estos nos encontramos momentos donde llevar objetos que sirvan de ‘peso’ para poder avanzar, espejos que deben reflejarse entre si para abrir el camino e incluso saltar encima de los mismos obstáculos para alcanzar algunas estructuras.
Cambiar el clima, así como el día por la noche al pisar una específica zona o viajar al pasado serán también factores clave para poder pasar al siguiente puzzle, algo que le da ese toque de libertad al juego pudiendo cambiar a nuestro antojo el propio cielo con solo acercarnos a unas rocas.
Sonido envolvente.
Quitando la melodía que podemos escuchar en el mismo menú principal del título que, personalmente me parece preciosa, poca música podemos disfrutar más en MIND excepto un par más de temas, pero eso no es negativo pues en este apartado destacan sin duda los efectos sonoros que nos acompañan en toda la aventura:
Como se mencionó anteriormente, ya que disponemos de diferentes localizaciones, así como el poder de cambiar totalmente el clima, el sonido del entorno es fantástico, escuchar los soplidos del viento, la hierba tambaleándose a su paso, la tormenta e incluso el chirrido de los grillos al caer la noche. Se nota el mimo y cuidado con el que han trabajado esta parte ya que sólo con escucharlo hace que vivamos cada momento.
Poco más queda por decir, MIND: Path to Thalamus es un juego con una estética preciosa y bien cuidada, una historia oscura detrás que nos lleva más allá de la mente y de lo que los ojos no pueden ver y acertijos que, aunque pueden pecar por repetitivos, nos ofrecen horas y horas de entretenimiento.
Para terminar, decir que a esta experiencia -a mi parecer- se le puede sacar el máximo provecho y disfrute con dispositivos de realidad virtual, ya que PC se queda corto para poder vivir segundo a segundo lo que el juego nos ofrece.
Este análisis ha sido posible gracias a un código para Steam que nos ha proporcionado el desarrollador Carlos Coronado, esperamos que os guste.