Historia - 6.5
Gráficos - 6
Sonido - 6
Jugabilidad - 8
Duración - 6.5
6.6
Un interesante juego en el que debemos manejar dos gatos de forma simultánea para llevarlos al objetivo. Para ello debemos superar un sistema de puzzles con plataformas que supondrán un auténtico reto. Muy interesante para poner a prueba nuestras habilidades.
I and Me, el Indie desarrollado por Wish Fang ha llegado a Nintendo Switch. Nuevamente en VidaoPantalla hemos tenido el placer de probarlo, para traeros su análisis.
Después de varios días jugando, se me viene a la cabeza una frase que describe perfectamente el juego. Es un juego que tras hacernos creer que no resultará interesante, nos sorprenderá al vernos aún enganchados tras varias horas. Y el principal artífice de ello, es su jugabilidad: el reto de resolver puzzles manejando simultáneamente dos personajes. Y es que en I and Me manejaremos a dos gatos que se moverán al mismo tiempo. De esta manera, tendremos que llevar ambos gatos a los marcos de foto, de forma simultánea. Mientras tanto, los pergaminos que encontraremos, y los textos que aparecen en las transiciones, nos irán contando la historia.
Jugabilidad
Como ya comentamos, la jugabilidad es su punto fuerte, debido al reto que ofrece. Plataformas, enemigos, caídas, trampas… Son varias las formas que I and Me tiene para poner nuestros cerebros a trabajar seriamente. Al principio nos costará acostumbrarnos a estar moviendo en todo momento a dos personajes. Y para cuando creamos que lo hemos conseguido, comenzarán a aparecer las pruebas. Primero, deberemos aprender a esquivar enemigos, teniendo siempre en cuenta a ambos gatos. Nuestro siguiente desafío será ingeniárnoslas usando las plataformas en nuestro favor para mover a los gatos de forma individual. Y así, cada vez que creamos dominar una mecánica, aparecerá una nueva a la que enfrentarnos. De esta manera el juego estará continuamente poniendo a prueba nuestras habilidades, con puzzles cada vez más complejos.
Sin embargo, existe una opción en el juego que puede resultar demasiado tentadora. Y es que, si la frustración nos supera, podremos ver la solución a esa pantalla con sólo pulsar un botón. Esto puede ser una buena ayuda para puzzles que se nos compliquen mucho. Pero puede ser a la vez una mala manera de estropear el reto y la sensación de superación.
Historia y Duración
Sin influir en el juego, la historia se nos irá presentando a través de mensajes, dejados por el propio gato. Estos los encontraremos en cada una de las transiciones entre pantallas. También existen veinte pergaminos a modo de coleccionable que nos darán más detalles de la historia de nuestro peludo amigo. De esta manera iremos descubriendo una triste historia de soledad. Nuestro protagonista nos cuenta cómo, tras haber estado siempre sólo, disfruta de la compañía de «su otro yo». Una metáfora bastante interesante sobre la soledad y; al igual que en Bokida: Heartfelt Reunion; conocerse más a uno mismo.
Sin embargo, aunque la historia es de nuevo interesante, no está presentada de la mejor manera. Es demasiado fácil ignorar los mensajes de las pantallas de carga, y obtener los pergaminos es a veces demasiado complicado. Una buena historia posiblemente desperdiciada por su poca capacidad de llamar la atención al jugador. Una mayor implicación de esta en el desarrollo del juego, posiblemente nos incitaría más a querer descubrirla al completo.
En cuanto a duración, el juego puede llegar a resultar innecesariamente largo. 92 pantallas divididas en cuatro episodios o estaciones con temáticas distintas. Algunas pantallas nos presentan una nueva mecánica, para luego retarnos en las siguientes hasta que la dominemos. De esta manera, aunque cada mecánica suponga una nueva prueba, seguimos en todo momento la misma línea de aprendizaje-reto. A pesar de que su dificultad y sus novedosas mecánicas nos tendrán enganchados durante unas horas, nos acabará cansando. Tras un tiempo, nos resultará repetitivo realizar el mismo proceso cada pocas pantallas. Pero no es algo completamente negativo, ya que sólo deberemos repartirnos las horas que el juego ofrece en varias sesiones. Con ello lograremos completarlo en un par de días, disfrutando en todo momento.
Gráficos y Sonido
Quizás su apartado menos destacable. El juego goza de una estética simple pero bonita. La paleta de colores y el estilo de dibujo casan en todo momento con lo que la partida ofrece. De esta manera, el apartado gráfico desaparece casi por completo haciendo que nos centremos en la jugabilidad. Al igual que en los originales Super Mario, el escenario de I and Me nos muestra únicamente lo que necesitamos. Prescinde en todo momento de lo ostentoso, presentándonos escenarios que nos dejen claro a primera vista qué debemos hacer.
En cuanto al sonido, I and Me se presenta de nuevo humilde. Una banda sonora de piano y orquesta muy relajante, que varía con la temática de cada estación. Una banda sonora que tras un rato jugando, acabaremos ignorando por su simplicidad. Al igual que en el apartado gráfico, han prescindido de cualquier elemento destacable en pro de la inmersión completa.
Con esto, el juego consigue que el jugador se concentre por completo en superar los desafíos, ignorando el resto. Una decisión algo arriesgada hoy en día, pero que puede resultar muy efectiva en juegos Indie, como es este caso.
Este análisis se ha realizado desde la versión de Nintendo Switch gracias a un código facilitado por Ratalaika Games a VidaoPantalla.