Nota
Historia - 6.5
Jugabilidad - 9
Gráficos - 7
Sonido - 7.5
Duración - 8
7.6
Un título perfecto para jugar en cualquier momento y lugar, donde la exploración libre es protagonista. Muy adictivo y rejugable.
Si estás aburrido y te apetece una partidita no muy densa para pasar el rato, Kirby y el Laberinto de Espejos es la elección perfecta. No necesitas ser un amante de la saga para disfrutar con este título, pues HAL Laboratory quiso mezclar elementos muy distintos en este juego para hacerlo a gusto de todos. Puedes jugar intensamente tratando de obtener todos los coleccionables o simplemente lanzarte a explorar libremente.
En cuanto a la jugabilidad, el tema de la exploración es el predominante en este juego, y ya queda plasmado en el título del juego. La misión de Kirby será recorrer un amplio mapeado lleno de puertas y salas conectadas de distintas maneras con el fin de encontrar ciertas en la que luchará contra un jefe para obtener uno de los 8 pedazos del espejo. A lo largo de 9 mundos distintos, que recorreremos a nuestro antojo (el orden lo elegimos nosotros) nos encontraremos distintos mecanismos, enemigos e incluso puzles para poder avanzar por un camino u otro.
Incluso las habilidades de copia cumplen un papel importante en el juego: tal vez necesitemos el martillo para golpear postes y abrir caminos, la espada o el cuchillo para cortar cuerdas que sujetan plataformas, el fuego para quemar cuerdas y activar cañones…
El mapa del juego es completamente laberíntico y en más de una ocasión podremos acabar al principio, lo que resulta un poco frustrante, pero es divertido probar los distintos caminos y ver dónde acabamos. Puede que lleguemos a una sala con un cofre que contenga un objeto coleccionable, un mini-jefe o una salida vacía (en la que te llevas un pequeño chasco por comprobar que te has equivocado de camino).
En nuestra aventura nos ayudarán otros 3 Kirbys, rojo amarillo y verde, a los que podremos llamar con un teléfono móvil, otra particularidad de este juego. Gracias a este teléfono también podremos invocar siempre que queramos a la Estrella Remolque, que nos llevará de vuelta a la sala central del laberinto, donde se encuentran las puertas de los distintos mundos y el espejo roto.
La historia no tiene nada de especial, pero esto no es una novedad, en general los juegos de Kirby no destacan por su historia. Meta Knight oscuro ha salido de un espejo, encerrado al verdadero Meta Knight en su interior, dividido a Kirby en cuatro y roto el espejo en 8 trozos, que han sido distribuidos por todo un laberinto de puertas-espejo que conectan distintos lugares del planeta. Un bosque, un palacio helado, unas ruinas e incluso el espacio exterior serán algunos de los distintos escenarios a explorar en busca de estos pedazos de espejo.
La música del juego no es muy variada, pero es perfecta para ambientar nuestra búsqueda. Con una canción por cada uno de los 9 mundos (2 de esos 9 mundos tienen la misma melodía), una melodía de batalla contra los mini-jefes, otra contra los jefes y las del final del juego ya hemos mencionado toda la banda sonora. A pesar de ello, las canciones son entretenidas, teniendo algunas que se han convertido en clásicos, como la de la Galaxia Pastel o la de las Ruinas del Rábano. Algunas otras canciones no han ganado la fama que en mi opinión merecen, como la del Palacio de la Menta.
Gráficamente el juego entra dentro de lo normal en Game Boy Advance. Posee los mismos gráficos que su anterior juego, Kirby: Nightmare in Dream Land. Recorreremos los niveles contemplando uno o dos fondos semi-estáticos para cada mundo, lo cual sí que podría ser mejorable, aunque hay que conocer las limitaciones de la consola. Dejando de lado esto, hay que destacar la temática colorista tan típica de los juegos de Kirby, que inunda la jugabilidad con una gran ternura.
Por último habría que hablar de la duración del juego. Para completar la historia principal sin dar rodeos nos bastará con apenas unas 6 horas. Sin embargo, la diversión no acaba ahí. En primer lugar, en el menú principal podremos acceder a tres minijuegos cortos en los que podemos intentar superar las marcas. Además, podremos acceder al museo de objetos coleccionables.
Todo lo que consigamos durante nuestra aventura podremos verlo expuesto en este museo: piezas de corazón (que nos ampliarán la barra de vida), sprays con los que cambiar el color de Kirby, los mapas de los mundos que encontremos, podremos escuchar la música del juego… Encontrar todos y cada uno de los cofres del juego puede ser una tarea difícil, y puede alargar la vida del juego por varias horas. A esto se le suma explorar al 100% el mundo, es decir, recorrer todas las salas del juego para tener los mapas coloreados al completo.
Está claro que este juego es perfecto para iniciarse en la saga Kirby. No tiene una historia intensa y se puede jugar en cualquier momento, ya que, debido al mapa con distintos caminos posibles, es difícil quedarse atascado. Además, es bastante adictivo, ya que no hay ninguna pausa entre nivel y nivel, simplemente tienes que avanzar todo lo que tú quieras. La escasa dificultad de la saga Kirby es, en este caso, un punto fuerte, ya que la diversión depende de la exploración, y en este caso quedarse atascado no sería una opción. Como juego para llevar contigo a todas partes, Kirby y el Laberinto de Espejos es una elección excelente, y te mantendrá entretenido en todo momento.