Este artículo os lo recomiendo a vosotros y en especial, a vuestros padres y familiares.
Los niños, las criaturas más inocentes del planeta, y las más protegidas. Es una verdad cierta para todo el mundo que los padres protegen a los niños hasta cierto punto, y algunos llegan a caer en trampas engañosas que hacen diferentes medios de comunicación; un ejemplo reciente fue el «club de la ballesta», formado por padres que se creyeron en serio que los videojuegos transmitían violencia a los chavales que los jugaban y llegaban hasta el punto del chico catalán, que mató a un profesor e hirió a varios compañeros con una ballesta casera. No te digo que no, pero depende de cada niño.
Yo me crié con películas como Titan A.E. y Star Wars, que la primera, a pesar de ser de «dibujitos«, era para un público más maduro que para un chaval de 4 años, pero no he agredido a ninguna persona ni he matado a nadie, tampoco soy antisocial. ¿Qué problema hay con ellos? Ninguno aparente, solo el contenido.
Hablando con muchos de mis amigos de como llegaron a jugar a los videojuegos, en su mayoría hasta 12 horas diarias, llegamos a la conclusión de que todos nos hemos crecido con un contenido «maduro»; en mi caso jugando a los The Legend of Zelda, en el caso de varios amigos fueron el Tomb Raider, Mario, e incluso, DOOM. En la totalidad de nosotros no hemos visto casi ningún juego apto para los peques o con un contenido deseado por los padres. Además estos títulos están esparcidos por todas las plataformas, haciendo imposible jugar a la mayoría de ellos, yo tuve consolas de Nintendo desde la N64 de mi primo donde jugué a los Marios y Zeldas de turno, pero otro amigo jugó a los Final Fantasy y tiene todas las generaciones de Playstation.
En definitiva todos hemos jugado a títulos completamente diferentes, pero que en la mayoría de ellos no deberíamos haberlos jugado, mi amigo sigue lamentándose de haber jugado en aquella época al Silent Hill 2, pero ahora lo volvió a jugar y se enamoró; ¿véis a lo que me refiero? Él tuvo acceso a un juego de terror con solo 8 años y tuvo una experiencia negativa y totalmente diferente a la que tuvo hace un mes, que fue cuando se aventuró a afrontarlo de nuevo.
Lo que quiero alcanzar, a parte de que como castellanicéis otro título os corto la lengua, es que meditéis acerca de que contenido es el más apropiado no solo pensar si en esta «maquinita» hay «tiros»; porque al igual que al niño no le ponéis Saw o CUBE, no le pongáis juegos como Resident Evil… O sí, a lo mejor el chaval no se asusta tanto o tiene cierta tolerancia a películas/libros/juegos de miedo. Solo necesita saber que es una dimensión diferente a partir del cristal, donde se aplican normas y leyes totalmente diferentes a nuestro mundo, que ahí dentro solo existen los zombis o los necromorfos, como que los coches que viajan a través del tiempo solo están en Regreso al futuro.
Porque al igual que Need for Speed no te enseña a conducir a altas velocidades o Pokémon tampoco es capaz de convencerte que los bordillos no se pueden saltar; un juego no te va a hacer violento ni antisocial ni nada que te suelan decir… Excepto el vicio.