Keiji Inafune parece que se ha especializado en los Kickstarter y lo está usando como una plataforma para lanzar de alguna forma sus proyectos mas clásicos. Esta vez nos pide ayuda para financiar su nuevo juego Red Ash: The Indelible Legend, un juego de acción, aventura y rol en tercera persona con un cierto aire a Mega Man Legends, cuya meta son los 800.000 mil dólares de los cuales lleva recaudados unos 250.000 dólares y para enriquecer el universo del juego también se desarrollara una serie de escenas de animación creadas por 4ºC el mismo estudio encargado de proyectos como Halo Legends o Gotham Knight.
Pero como buen lanzamiento que se precie últimamente en kickstarter, este juego no puede venir sin polémica, y el mismo Inafune ha aclarado que esta financiación va a ser usada para lanzar un prologo e iniciar este universo para posteriormente ofrecerlo a las editoras.
Parece que Kickstarter se esta convirtiendo en una especie de factoría donde los desarrolladores juegan con la nostalgia de los jugadores para conseguir el dinero de las editoras. Ni mucho menos hay que idealizar la figura de la plataforma como un lugar donde los desarrolladores se expresan libremente, porque solemos ser celosos con nuestro dinero y no lo damos a la ligera. Pero en un principio era un lugar alejado de los grandes publishers en el que existía una relación entre el creador y el jugador, donde se solía apostar por cosas nuevas.
Ahora parece que se usa como una plataforma publicitaria, donde algunos de los grandes creadores del pasado como Koji Igarashi o Yu Suzuki deben demostrar a las grandes compañías que sus obras aún tienen un público. Pues claro que lo tienen, estas apelando a la nostalgia y todos los que lo jugaron y van a apoyarte ciegamente de forma incondicional, pero esta ceguera en parte es desastrosa para la industria.
Si se usan como referencia los últimos grandes triunfos del micromezenazgo vamos a acabar jugando sucedáneos de nuestros juegos de la infancia sin que las desarrolladoras avancen ni arriesguen. Una cosa es inspirarse en los grandes clásicos y otra muy distinta es hacerlos renacer con la una mascara y el mas claro ejemplo de ello lo encontramos en el juego Yooka-Laylee, que por lo que se ha mostrado podría ser perfectamente un mod de Banjo Kazooie.
En una industria tan cambiante como lo es esta, no creo sea una buena práctica rescatar las obras clásicas de esta forma. Se esta usando de forma errónea y abusando del término “sucesor espiritual”. Actualizar los gráficos con las mismas mecánicas y cambiar los protagonistas por unos nuevos porque no tienes la licencia, es una práctica que nos puede llevar a dejar de jugar nuevos proyectos.
Uno de los más claros ejemplos que nos muestra como usan esto las editoras y los creadores es el caso Shenmue III, después del sobre salto y chillar como un fan al que le su ídolo le ha tirado la camiseta sudada en un partido de fútbol, analicemos que se se ha mostrado, para llevar 4 millones de dólares recaudados las imágenes que se nos han enseñado del título son digamos bastante prematuras, más dignas de un fan tráiler que de lo que va acabar siendo un AAA financiado por Sony, pero pese a eso todos nos hemos lanzado de cabeza a ello.
Yu Suzuki no necesita nuestro dinero y el hecho de que se lo hayamos dado debería servir para hacer un juego “junto a los jugadores” pero esto no va a ser así, Sony le va dar todo el resto del dinero y probablemente le van a imponer algunas características que podrán ser o no negativas con el fin de llegar a un público mas grande, pero lo importante es que no las habremos escogido nosotros.
Los jugadores podríamos empezar a perder influencia en la industria en un momento donde deberíamos tenerla más que nunca, no critico a las grandes desarrolladoras, es estúpido criticar a alguien por su éxito y los jugadores no siempre tenemos la razón, pero los grandes y medianos títulos financiados por las editoras son algo que ya tenemos, no hace falta que se involucren en plataformas como Kickstarter, devolvednos nuestra pequeña influencia.