Nota:
Jugabilidad - 8.5
Sonido - 9.5
Duración - 5
Gráficos - 9
Historia - 6.5
7.7
100
Hablamos de un juego que podría haber sido el mejor en su género en PS3 y uno de los mejores de la historia pero... La perfección no es para Heavenly Sword.
2007 fue el año de Heavenly Sword, Ninja Theory se encargó de ello. El título en cuestión es un hack and slash que bebe mucho de la fórmula de God of War, aunque falla en aplicar lo que el juego de Santa Monica Studios hizo una generación antes, y es que los fallos que arruinan lo que podría haber sido uno de los mejores títulos de PlayStation 3 son visibles a medida que se va jugando.
Empecemos por el principio: la historia. Seamos claros, no es una buena historia. El videojuego nos presenta a Nariko, miembro de un clan que protege la Heavenly Sword y por la cual están inmersos en una guerra contra el mayor clan del territorio, el gobernado por Bohan, que es, como poco, cruel y despiadado. Con esta premisa se podía haber hecho una gran historia: es un argumento clásico pero efectivo… Y sin embargo falla, y no en poco.
La historia es corta, con lo cual los personajes carecen del desarrollo que merecen y acaban siendo todos igual de planos. No te da tiempo a conocer a Nariko, ni a su padre Shen, que además es el jefe del clan al cual pertenece Nariko, ni mucho menos a Kai o al propio Bohan. ¿Qué motiva a Bohan? ¿Por qué se protege la Heavenly Sword con tanto esmero? ¿Por qué si tenemos una fuerza sobrehumana tenemos que usar una espada que se nos deja claro desde el minuto 1 que está maldita y nos acabará matando?
Todas estas preguntas no tienen respuesta en el juego debido a su duración y a la pésima calidad del guión -no dudo que tener 3 guionistas lastró al título, por mucho que uno de ellos fuera la hija de Terry Pratchett-, pero ya llegará el momento de hablar de ello.
JUGABILIDAD
Es maravillosa, sin duda. Pule lo ya visto en God of War II y nos ofrece unos combates realmente impactantes y que nos harán sentir de verdad que estamos luchando ante un ejército que quiere destruirnos -aunque los enemigos esperen pacientemente su turno como en la mayoría de juegos de este estilo-. Los combos que se nos proponen para los ataques rápidos, a distancia y fuertes realmente sirven, y sobre todo en las batallas contra los jefes nos serán realmente útiles y, por qué no decirlo, imprescindibles para poder terminar con las mayores fuerzas de Bohan. Por otra parte, aunque hay quick time events, estos no son tan numerosos como en God of War, lo cual se agradece sobremanera, ya que es un estilo de juego ya anticuado y que no convence prácticamente a nadie.
Pero no todo podía ser bueno, y es que no siempre controlaremos a Nariko. A veces nos tocará controlar a Kai, una niña que no sabe apenas hablar -excepto al final de la historia, fíjate tú- pero que por lo visto dispara flechas como los ángeles… O lo haría si el juego no nos obligara a usar por narices la función Sixaxis del mando de PS3 para pasar estas fases de ataque a distancia. Y esto lo digo tras haberme tirado más de 30 minutos en el mismo punto disparando flechas sin usar la función hasta que me vi abocado a ella… Lo cual es una total desgracia teniendo en cuenta que el Sixaxis funciona peor que los primeros modelos de Wiimote.
Mención aparte merece el sistema de cámaras, que es, sin duda alguna, el mejor que he visto en un juego de este género. Muestra simple y llanamente lo necesario, acercándose a Nariko cuando hay menos y enemigos y alejando la cámara cuando una horda esté tras nuestra muerte, aumentado la espectacularidad y mejorando la experiencia de juego en los combates.
SONIDO
Aquí hay que darle un punto al juego, o al menos a la versión que nos llegó a España. Es probablemente de los mejores doblajes que se han hecho en un videojuego en España junto al célebre y conocido por todos de Metal Gear Solid para la primera consola de sobremesa de Sony. Si bien es cierto que la caracterización no es del todo perfecta, encontrarnos a la dobladora habitual de Natalie Portman en el papel de Nariko y al de Robert de Niro, Al Pacino o Silvester Stallone entre otros en el papel del villano, Bohan, es todo un placer.
Pero eso no es todo, y es que al pelear realmente sentiremos que estamos haciéndolo, porque ademas de por su apartado jugable, el sonoro juega muy bien sus cartas, y el sonido de los impactos en los enemigos así como los gritos de estos y de Nariko, sin olvidarnos del sonido ambiente y la banda sonora que cumple sobradamente como «hilo musical de fondo» hacen de este apartado del juego un indispensable.
GRÁFICOS
Sin duda Heavenly Sword mostró de lo que era capaz una PlayStation 3. No había en 2007 aún un juego que explotara el chip Cell como lo hizo el título de Ninja Theory. Tiene sus fallos, claro, por ejemplo en la sombras de los personajes en las cuales podemos observar píxeles, o en el pelo de Nariko, que si bien intentan hacerlo realista y orgánico, no se siente así en absoluto. Por lo demás, los diseños de los enemigos a pesar de ser repetitivos cumplen bastante bien para lo que se presupone que debía ser un ejército en el antiguo y lejano oriente. Todo esto unido a un framerate totalmente constante y sin caídas a pesar de poder tener 50 enemigos a nuestro alrededor atacándonos, hacen del apartado gráfico uno de los puntos fuertes de este juego en su momento.
DURACIÓN
Problemas, muchos problemas en este aspecto. Es quizá el que más le lacra y mata al título. Si el juego no durara tan poco –como mucho 7 horas para los jugadores que se atasquen demasiado- la historia podría haber sido más profunda, los personajes menos planos y eso nos habría dado el 10 sin dudarlo, pero no fue así. Además, la única rejugabilidad que ofrece Heavenly Sword es un mundo ultra difícil en el que pasaremos por los mismos puntos y con los mismos personajes. Nada nuevo.
CONCLUSIÓN
Heavenly Sword es uno de esos juegos que te dejan un sabor agridulce. Sabes que lo has disfrutado, sabes que no es un mal juego ni mucho menos, pero también sabes que podría haber sido mejor y que perdió el 10 el solito, un 10 que, cambiando un par de cosas, habría sido más que merecido. Recomiendo jugar el título, sin duda, pero prefiero no pensar en la sensación de los jugadores que pagaron su precio de salida y en la cara que se les quedó cuando en tan solo 6 horas el juego había terminado.