[Análisis] Oceanhorn: Monster of Uncharted Seas (Switch)

Oceanhorn: Monster of Uncharted Seas ya ha llegado a Nintendo Switch. El vídeojuego ha pasado por iOS, Mac, PlayStation 4, Xbox One, PC, PS Vita, y ahora le ha llegado el turno a la sobremesa de la Gran N. Este análisis tendrá como base el previo que hicimos de la versión de Steam, por lo que si ya lo has leído, procedo a explicar las diferencias que encontraremos en esta versión al final de este análisis. Una vez hemos terminado las presentación, ¡conozcamos más en profundidad esta obra maestra de los videojuegos indie!

Si te gusta The Legend of Zelda, Oceanhorn Monster of Uncharted Seas es tu juego. La obra de Cornfox & Bros recordará claramente a The Wind Waker, pues se trata de un mar enorme lleno de islas, las cuales deberemos visitar para continuar nuestra historia. Somos un héroe que ha perdido a su padre, y tiene el objetivo de encontrar a Oceanhorn, el monstruo al que dio caza antes de desaparecer.

A lo largo de la aventura nos encontraremos con mazmorras en las que tendremos que entrar para descubrir secretos y conseguir objetos que nos ayudarán en nuestro periplo. En ella habrá monstruos que deberemos derrotar, cada uno con su propio patrón de ataque, y una vez hayamos acabado con ellos, estos nos darán o una moneda, o corazones, experiencia… O un objeto especial, aunque no siempre.

En las mazmorras habrá llaves que necesitaremos para abrir puertas. Por si fuera poco, también tendremos una puerta del jefe que solo se abrirá con una llave maestra. Estos jefes finales son de lo más variados y divertidos, cada uno se elimina de forma distinta. Lo que más se hecha de menos en estos enemigos es que el objeto que conseguimos en la mazmorra apenas nos sirve y cuando los destruimos no nos dan contenedor de corazón (pero esto no es un punto negativo, ya que no se trata de un juego de Zelda).

Por último en lo relativo a las mazmorras, tanto dentro como fuera de ellas nos encontraremos con una serie de puzles. Desde pulsar interruptores hasta encender antorchas, muy al estilo Zelda. Al completar un puzle podremos desbloquear un camino, un cofre, una llave… ¡Cualquier cosa! Volviendo a la historia, deberemos hablar con los habitantes de las distintas islas y también con los carteles y las botellas que contienen un mensaje dentro para conocer nuevas islas que visitar.

Llegaremos a ellas con nuestro barco, que en un principio no podremos hacer nada con el salvo disfrutar del paisaje, pero poco después de comenzar a navegar conseguiremos un rifle con el cual podremos disparar a los enemigos y barriles que nos encontremos por el ancho mar. Hablando ya de nuestro personaje, este portará una espada y escudo con el que atacar y defenderse.

Con el escudo repeleremos los ataques de nuestros enemigos y con la espada les atacaremos. La espada, además, contará con algunas habilidades secretas, como por ejemplo, si mantenemos pulsado el botón de atacar nuestro héroe hará un ataque giratorio con el que hará más daño. Si te encuentras con un cristal rojo, ¡rómpelo a espadazos! Pues cuando consigas una cantidad determinada de cristales y se los entregas a cierto personaje que encontrarás en la isla de Tikarel… Bueno, ¡descúbrelo tú mismo!

Sobre la pantalla de juego y sus opciones, decir que la estética es muy fiel a Zelda. Tenemos corazones, los cuales aumentaremos encontrando cuatro trozos de corazón, tenemos una barra de magia, un minimapa, y también podremos ver los objetos. Con el botón A podremos esprintar durante un breve periodo de tiempo, con el Y atacaremos con la espada, con B usaremos los objetos y con X los hechizos.

Los hechizos gastarán maná, podremos lanzar objetos, quemar cosas… Y los objetos son muy variados, tenemos bombas, arco y flechas… ¡Hasta una caña de pescar! Con ella podremos desestresarnos de tanta aventura. Bastará con ir a la orilla, lanzar la caña y esperar a que piquen. Una vez la boya se hunda, pulsaremos el botón de acción y moveremos la caña de derecha a izquierda para capturarlo.

En el menú del juego podremos ver el inventario, una lista con los peces que hemos pescado, el número de piedras sanguinarias y trozos de corazón que tenemos, la experiencia que tenemos, la configuración de sonido, gráficos y controles, las secuencias que hemos visto a lo largo del juego, un registro de lo que hemos hablado previamente y los desafíos que hay en la isla en la que nos encontramos.

Pasamos ahora al apartado gráfico del juego, el cual ha dado mucho que hablar. Por una parte, los escenarios, enemigos, pequeños detalles y sobretodo la iluminación están bien trabajados y pulidos. No hay caídas de frames y tiene un estilo cartoon bastante simpático y agradable, por no hablar de las físicas que tiene las cuales son muy fieles a la realidad. Sin embargo, a veces se pueden apreciar pequeños errores como ver cosas flotando cuando no deberían. En Switch se ve a unos preciosos 60 fps.

Pero los gráficos realmente no hacen ni bien ni mal a un videojuego, y teniendo en cuenta que es una obra indie… Creo que es más que perdonable (además, ¡no está tan mal!). Continuamos con el apartado sonoro, decir que Oceanhorn sorprende bastante por su banda sonora. Tanto los sonidos como la música de fondo está trabajada al detalle, y en más de una ocasión no querremos salir de la pantalla es la que estemos por solo querer escuchar la música de fondo.

Pero siempre tiene que haber un pero, y es que el tema de las voces ya es un caso aparte. No es que estén mal, pero el hecho de que la mayoría de voces sean muy serias y monótomas hacen de los diálogos un poco secos. Por lo demás, comparto con vosotros dos de mis piezas musicales favoritas:

Para finalizar el análisis, en cuanto al tema de la duración decir que tenemos juego para largo. Entre la misión principal, la secundarias y descubrir todos los secretos hasta llegar a completarlo al 100%… La aventura tendrá su duración. En mi caso, con 6 horas justas he completado el 42% del juego, y todavía no he llegado ni a la mitad… En definitiva, Oceanhorn Monster of Uncharted Seas es un buen juego tanto para los amantes de los juegos de mazmorras como los que no.

En cuanto a la versión de Nintendo Switch: sin duda esta es su versión definitiva. Ya no solo por tener unos 60fps muy fluidos, sino también por las posibilidades que ofrece. Jugar a este juego tanto en sobremesa como en modo portátil es una delicia. Por una parte los 1080p en sobremesa, y por la portátil la sensación de vivir la aventura donde quieras, y se ve extremadamente nítida la imagen. Por lo demás, todo lo que ofrece es lo mismo que anteriores versiones.

Además, esta forma de jugar incluye control táctil. No tiene una gran utilidad ni es primordial para pasarte el juego, pero se agradece mucho el detalle. Si te gusta The Legend of Zelda, sin duda te gustará Oceanhorn. Como puntos fuertes decir que la jugabilidad, la banda sonora y la duración, puzles y desafíos es lo mejor que tiene el título. Como puntos flacos, el juego no es una sorpresa y hay momentos en los que, si leemos los carteles en las mazmorras, el desafío desaparece pues directa o indirectamente nos están dando la solución.

Este análisis se ha realizado desde la versión de Nintendo Switch con un código de descarga que ha facilitado FDG Entertainment a VidaoPantalla.